Estudió en su ciudad natal y en Indiana. En 1947 obtuvo el equivalente a una licenciatura en Zoología y en 1950 obtiene su doctorado en Zoología por la Universidad de Indiana. En esta universidad conoció a genetistas y microbiólogos que le despertaron su interés por la genética y la microbiología, y de hecho su tesis versaba sobre los efectos de los rayos X en la multiplicación de los bacteriófagos, tesis que fue dirigida por el biólogo italiano Salvatore E. Luria.
Posteriormente completó sus estudios con una beca postdoctoral en el Consejo Nacional de Investigación de Copenhague, donde se estaban realizando investigaciones sobre las estructuras de las grandes moléculas biológicas; allí se interesó por la química estructural de los ácidos nucleicos y trabajó en el ADN de las partículas víricas infecciosas. Conoció, en un simposio celebrado en la ciudad de Nápoles, el trabajo del investigador Maurce Wilkins, y ello le hizo central el rumbo de sus investigaciones hacia el descubrimiento de la química estructural de las moléculas biológicas.
Trabajó en la Universidad de Cambridge, donde investigó, junto a Francis Crick, la estructura del ADN, constatando los componentes esenciales de este ácido.
La información base sobre los componentes del ADN ya había sido proporcionada por científicos como Chargaff, y por los biofísicos Rosalind Franklin y Mauricie Wilkins, los cuales ya habían utilizado las técnicas cristalográficas de rayos X para fotografiar la molécula de ADN.
Con esta información y animados por las técnicas de trabajo de Franklin y Wilkins, Watson y Crick discernieron la estructura helicoidal de una molécula de ADN, que estaba formada por dos cadenas de bases nucleótidas enlazadas en forma de doble hélice; la doble hélice presentaba hacia el exterior las moléculas de azúcar y fosfato, y hacia el interior las bases emparejadas de forma complementaria. Este modelo molecular en doble hélice para el ADN permitía a la molécula duplicarse, puesto que las dos cadenas de la hélice eran complementarias y ello constituía la base de los mecanismos de transferencia de la información biológica. Con esto se pudo comprender cómo se transmite el material hereditario de unas generaciones a otras. Se considera este descubrimiento como uno de los principales acontecimientos científicos del siglo XX, que cambió el rumbo de la bioquímica y dio paso a una nueva disciplina, la biología molecular.
No hay comentarios:
Publicar un comentario